En los últimos años, Europa y América han sido testigos del crecimiento de movimientos ultraderechistas que promueven el odio, la intolerancia y la desigualdad. El auge de la ultraderecha en Europa ha sido particularmente alarmante, con partidos y líderes que difunden discursos extremistas y divisivos. La ultraderecha, misógina, clasista, intolerante y ultraconservadora, ha logrado captar seguidores a través del miedo y la desinformación. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
La ultraderecha: un peligro para la igualdad y la democracia
Los partidos de extrema derecha no solo atacan a la inmigración, sino que también han demostrado ser profundamente contrarios a la igualdad de género, los derechos sociales y el progreso democrático. Su discurso se basa en:
- Rechazo a la inmigración, promoviendo la idea de una «invasión» que nunca ha existido.
- Oposición a la igualdad de género, negando la violencia machista y cuestionando el feminismo.
- Desprecio a las clases trabajadoras, favoreciendo políticas económicas que benefician solo a las élites.
- Ataque a la diversidad y la libertad, censurando derechos LGTBIQ+ y promoviendo un nacionalismo excluyente.
Memoria histórica: ¿nos hemos olvidado de nuestra propia historia?
España tiene una historia de exilio y represión que no podemos ignorar. Durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, miles de españoles tuvieron que huir en busca de refugio. Sin embargo, hoy muchos parecen haber olvidado esto y repiten discursos que justifican el cierre de fronteras y la discriminación.
Además, todavía quedan muchas víctimas del franquismo enterradas en fosas comunes, sin reconocimiento ni justicia. ¿Cómo es posible que haya jóvenes defendiendo posturas que desprecian su propia historia?
El miedo como estrategia política de la extrema derecha
El auge de la ultraderecha se debe en gran parte a la manipulación del miedo. Se utilizan mensajes simples y directos para convencer a la sociedad de que debe defenderse de enemigos inexistentes:
- Miedo al extranjero, culpándolo de la crisis económica.
- Miedo al feminismo, asegurando que «destruye a la familia».
- Miedo a la izquierda política, etiquetándola de «comunista» sin argumentos reales.
Estos discursos, repetidos constantemente en redes sociales y medios afines, están calando en una parte de la sociedad, especialmente en jóvenes que no han vivido épocas de represión ni han sido educados en valores democráticos.
¿Por qué preocupa que los jóvenes apoyen a la ultraderecha?
El apoyo de los jóvenes a la extrema derecha es un fenómeno alarmante. En muchos casos, este respaldo se basa en la desinformación, el consumo superficial de contenidos en redes sociales y la influencia de discursos populistas.
La falta de educación en derechos humanos y memoria histórica está permitiendo que se normalicen mensajes misóginos, racistas y clasistas sin que muchos de sus seguidores entiendan las consecuencias reales de estas ideologías.
Cómo frenar el avance del odio y la intolerancia
Para combatir el auge de la ultraderecha, es fundamental:
- Fomentar la educación en democracia y derechos humanos.
- Desmentir bulos y manipulación mediática con datos reales.
- Impulsar debates abiertos que fomenten el pensamiento crítico.
- Reivindicar la memoria histórica para no repetir errores del pasado.
El mundo ideal no es aquel que excluye y levanta muros, sino el que construye sociedades basadas en la igualdad y el respeto. Podemos no compartir todas las opiniones, pero no debemos normalizar el odio ni olvidar las lecciones de la historia.

¿Qué opinas sobre el auge de la ultraderecha y su impacto en la sociedad? Comparte tu reflexión en los comentarios y sigamos el debate.