Cada 16 de noviembre, el Día del Flamenco nos recuerda que este arte no solo es música o danza, sino un lenguaje cultural, una identidad y una herencia viva. Sin embargo, el flamenco en redes ha trascendido los tablaos y las peñas: hoy habita en Instagram, TikTok y YouTube. La pregunta es inevitable: ¿se trata de una evolución natural que enriquece al flamenco, o de una amenaza a su esencia en busca de likes y filtros?
El flamenco en 15 segundos: impacto sin profundidad
Desde bailaoras en azoteas hasta jóvenes improvisando en la calle, las redes sociales han reducido el flamenco a fragmentos de 15 o 60 segundos. Con fusiones como bulerías acompañadas de música electrónica o trap, el impacto visual es innegable. Sin embargo, este formato, breve y atractivo, deja en el aire una cuestión importante: ¿es posible transmitir la profundidad del flamenco en tan poco tiempo?
Muchos jóvenes artistas suben tutoriales de palmas o consejos flamencos, y aunque esta es una puerta de entrada para nuevos públicos, algunos sostienen que el flamenco pierde parte de su autenticidad al convertirse en un contenido más de consumo. ¿Es esto un puente hacia el futuro o un camino hacia la superficialidad?
Flamenco como marca personal
Artistas como Rosalía han puesto la estética flamenca en el mapa global, combinándola con influencias urbanas y sonidos electrónicos. Aunque el flamenco siempre ha sido mestizo por naturaleza, el debate actual plantea si estamos viendo un cambio de fondo: ¿es el flamenco ahora una “marca” que se adopta y se posa para la cámara en lugar de sentirse desde dentro?
Convertir el flamenco en un accesorio visual trae consigo opiniones divididas. Para algunos, estas adaptaciones lo acercan a nuevas generaciones; para otros, reducen la profundidad emocional que caracteriza al flamenco, creando un producto atractivo a la vista pero que pierde el “duende” esencial.
Redes sociales y purismo
Las redes sociales han acercado el flamenco a una audiencia global y diversa, permitiendo que más personas lo conozcan y disfruten. Sin embargo, algunos puristas temen que esta “popularización” diluya la esencia del flamenco. La espectacularidad visual a menudo se impone sobre el duende o la conexión emocional genuina en los vídeos, donde un minuto en pantalla apenas puede transmitir la intensidad de una actuación en vivo.
Así, el flamenco enfrenta un dilema crucial: adaptarse para llegar a más personas o preservar su esencia a riesgo de mantenerse en un círculo más selecto y menos mediático.
¿Qué opina la vieja escuela?
Para los artistas tradicionales, el flamenco en redes sociales pierde su conexión emocional y, en lugar de “vivirlo”, se convierte en un espectáculo visual. A diferencia de una actuación en directo, donde cada movimiento transmite algo profundo, en la pantalla el flamenco se reduce, en muchos casos, a una imagen estética. ¿Es solo una tendencia pasajera o, como otros géneros, el flamenco también terminará adaptándose y evolucionando en el tiempo?
¿Flamenco o «flamenc-influencer»?
La pregunta queda abierta: ¿Cómo encontrar el equilibrio entre mantener vivo el flamenco y proteger su autenticidad? Las redes sociales son una ventana hacia nuevas oportunidades, pero también pueden ser una barrera para su verdadera esencia. Tal vez la clave no esté en elegir entre influencia o autenticidad, sino en aprender a integrar ambas sin que una acabe devorando a la otra. ¿Qué piensas tú? ¿Está el flamenco en un renacimiento digital o en una encrucijada donde su esencia corre el riesgo de diluirse?
Gala Flamenca 16 de noviembre
El 16 de noviembre, Córdoba se viste de arte puro para celebrar el Día Internacional del Flamenco con una gala especial en el Centro Flamenco Fosforito. Una oportunidad para disfrutar del cante, el baile y el toque que hacen del flamenco una expresión única de nuestra cultura. Para más detalles sobre el programa y los artistas invitados, puedes consultar en el enlace Gala del Día del Flamenco. ¡No te lo pierdas!