El Córdoba CF sigue sumando fuera de casa su habitual dosis de sufrimiento. En Santander, el equipo no logró imponerse y cayó 2-0, con un Racing que puso a prueba desde el minuto 1 a Carlos Marín, quien respondió con solvencia y acabó siendo el gran salvador del partido.
Marín, con intervenciones dignas de elogio, evitó un resultado más abultado, manteniendo al Córdoba vivo durante gran parte del encuentro, ya que la realidad es que, el equipo no logró ser eficaz en ningún momento del partido.
Jacobo, llamado a ser el líder del equipo, volvió a estar ausente en los momentos en que más se necesitaba su presencia. Son estos partidos donde su rendimiento debería marcar la diferencia, pero no lo está haciendo.
Las ausencias de Álex Salas y Jacobo por sanción, para el próximo partido contra el Eldense pueden parecer un problema, pero yo las vería como una oportunidad. El equipo tendrá que reorganizarse, y será el momento de que otros jugadores den un paso adelante en El Arcángel, donde siempre somos más fuertes.
El próximo sábado a las 18:30, el Córdoba vuelve a su fortín. Con la actuación de Marín aún fresca en la memoria y la necesidad de mostrar una imagen sólida, es el momento de recuperar esa confianza en casa y aprovechar las oportunidades que las ausencias brindan.